domingo, 2 de diciembre de 2012

Espíritu navideño

Se acerca la época del año más esperada para algunos, sobretodo para los más pequeños de la casa, la Navidad.

Yo nunca he sido muy navideña, no me ha gustado demasiado, la verdad. Sólo me gustaba porque nos reuníamos la familia, en mi caso con mis hermanas a cenar cosas ricas y a beber cava juntas.

Este año la situación es diferente. La persona con la que vivo no es navideña, no, lo siguiente. Ve luces de colores, se le encienden los ojos y me mira diciéndome que le encanta la Navidad. Aparecen en la tele los típicos anuncios navideños y suelta un "me encantan este tipo de anuncios. Son magia". O bien vamos al supermercado y va a toda prisa a la sección de bombones Lindt y empieza a decirme qué caja de bombones compraremos cuando nos acabemos la nuestra... Podría seguir enumerando diferentes situaciones que demuestran que lleva el espíritu navideño muy adentro, pero no acabaría nunca.

Pues bien, me lo ha contagiado. Me paro a hacer fotos de las luces navideñas que veo en la calle, me hace ilusión comprar cosas para decorar la casa, siento un impulso inexplicable en querer comprar regalos para todos...Tampoco me he resistido mucho, la verdad. Todo lo que sea comprar, me gusta. :P

Luces en Calle Mandri (Barcelona)
Este fin de semana ya hicimos las compras navideñas necesarias para montar nuestro árbol y...ya lo tenemos montado. De hecho me ha contagiado de tal manera, que no paro de mirar las lucecitas del árbol una y otra vez mientras veo la tele y de pensar qué más podría comprar para completar un poco más el árbol.

Pegatinas de Hello Kitty navideña, una de las compras que hicimos.
La verdad es que me gusta. Buscar cosas para montar el árbol, no me ha gustado no, me ha encantado. Sobretodo por verlo a él, con esa ilusión en los ojos y disfrutando de todo lo que conlleva esta fiesta.. Nunca había montado ningún árbol de navidad y éste es el primero, el primero de muchos espero.

Nuestro árbol de Navidad
Ahora nos falta comprar regalitos para nuestra numerosa familia (sobretodo por mi parte) y cenar todos juntos en nuestra casa, por primera vez. Y ver las caras de mis niñas y niños, de mis hermanas y hermanos al abrir los regalos, ver como la pequeña al beber se pone morada en lugar de roja, y sobretodo, de compartir risas y más risas con ellos. Estoy emocionada, emocionada y feliz.

No puedo estar mejor, no pido nada más. Porque todo lo que quiero para Navidad, eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario