Recuerdo ese día como si fuera ayer, con todo lujo de detalles. La noche del 30 de diciembre me fui a dormir encontrándome bastante mal. Sobre las 4 de la mañana me desperté para ir al baño y me hice nuevamente el test de embarazo, ya que 1 semana antes me dio negativo, pero mi amiga seguía sin bajar.
Fueron minutos de nervios mezclados con alegría. Estuve sola en el baño, sentada esperando el resultado, sin apenas hacer ruido porque no quería despertar a mi Mixto. Cuando pasaron los minutos y vi que estaba embarazada, me invadió una alegría que nunca antes había sentido. No sabía qué hacer, si saltar, si llorar, si gritar, si despertar a mi Mixto o no. Al final decidí no despertarle, así que imaginaros cómo me metí en la cama de nuevo: temblando de la emoción, evitando por todos los medios hacer ruido y una vez tapada con el edredón (no podía cerrar los ojos ya que el sueño se me fue de golpe), los ojos como platos en la oscuridad absoluta de nuestra habitación.
No sé cuántos minutos pasaron, pero Mixto se despertó porque se fue a dormir preocupado por mi ya que me encontraba mal y al notar que estaba despierta me preguntó: - ¿Estás bien? Y yo: - Sí... ¡Estoy embarazada! Y Mixto: - Ah vale, ... ¿Cómo? ¿En serio? ¡Qué fuerte! ¡Qué emoción!
En ese momento empezó nuestra conversación en medio de la noche. Los dos teníamos que trabajar ese día pero no nos importó. Hablamos y hablamos mucho rato, imaginando nuestra vida con Mixtito.
Fuimos a trabajar con unas ojeras hasta el suelo, pero con una sonrisa dibujada en la cara que aún nos dura a día de hoy. Estuvimos todo el día whatsappeándonos sin parar, continuando con la conversación que empezamos esa madrugada.
Ese día se lo comunicamos a la familia más cercana y felicidad y emoción son palabras que se quedan cortas para describir sus reacciones. A mi Mari casi le da algo y al darle la noticia justo antes de la cena de Nochevieja, estaba tan emocionada que no podía concentrarse en preparar la cena. Normal, si es que era un notición :) Mis hermanas estaban locas de contentas y mis churrys me hicieron llorar con su emoción desmedida.
Ahora cada día 31, recordaré todo esto como si fuera ayer.
2015 ha sido el año en el que Mixtito creció dentro de mí y nació. Ha sido el año más emocionante de mi vida. Ha sido el año en el que descubrí muchas cosas que no pensaba que iba a sentir jamás. Ha sido el año en el cual mejor me he sentido. Y ha sido el año en el que empiezo a aprender a ser mamá.
Mi balance del 2015 eres tú, mi Mixtito. Ya nada volverá a ser como antes, pero yo estoy feliz por ello. Estamos felices por ello. Porque tú eres nuestra alegría y nuestra felicidad. ¡Y que esta sensación no acabe jamás, por favor!