Salón- cocina sin amueblar. |
Parece que fue ayer, pero ya han pasado 6 meses y unos pocos días desde que decidimos compartir nuestro día a día juntos. Y digo que parece que fue ayer porque si el tiempo de por si ya pasa
rápido, cuando una está a gusto junto a esa persona especial, el tiempo pasa aún más rápido.
Por lo que hay que aprovechar y hacer todo lo que podamos en el momento en el que podamos.
Nuestra "aventura" empezó a finales de marzo. Hartos de nuestras despedidas traumáticas cada domingo y de no tener más que nuestra habitación (en mi caso ni eso, ya que la compartía) como refugio personal, y sobretodo porque nos necesitábamos todos los días, acordamos empezar a buscar un lugar donde vivir juntos.
Empezamos con idea de largo plazo, ya que conocidos y amigos que estaban buscando piso o habían buscado recientemente, nos comentaban que la cosa estaba difícil. En nuestro caso, no lo fue tanto.
Como decía antes, empezamos a buscar las dos últimas semanas de marzo y encontramos nuestro nidito de rebote y de casualidad. Habíamos visto un piso, nuestro primer piso y nos disgustó bastante. Tanto que pensamos que nuestra espera se iba a alargar más de lo que pensábamos. Pero un buen día, quedamos para ver un piso que nos había interesado y por suerte, el comercial que nos enseñó el piso, nos enseñó otros dos en la zona, entre los cuales se encontraba el que finalmente elegimos.
Era un piso sin amueblar, cosa que al principio nos echó un poco para atrás ya que lo buscábamos con muebles, pero nos gustó tanto, que pusimos como única condición que nos pusieran una nevera. Y cuando nos confirmaron que nos la pondrían sin problemas, no nos lo pensamos demasiado. Y empezamos los trámites para ir a vivir juntos.
Por suerte los dos ya teníamos vacaciones planeadas para esa semana, la semana en la cual entramos, la primera de abril, así que pudimos hacer la mudanza y empezar a comprar cosas para "llenar" el piso, ya que estaba vacío vacío.
Empezamos la mudanza no sin contratiempos. No paró de llover durante toda la semana, madrugábamos más que cuando tenemos que trabajar para aprovechar al máximo el tiempo que nos daba el día, mi niño dormía poco porque no paraban de molestarlo en el trabajo con sus guardias, se nos pinchó una rueda del coche... Y todo esto en la misma semana. Pero cuando acabó, ya hacíamos vida aquí. No queríamos desaprovechar ni un solo minuto más separados.
Poco a poco lo fuimos llenando y fuimos haciendo el piso más nuestro y tuvimos que soportar dormir 3 semanas en un colchón hinchable hasta que nos trajeron nuestro amado colchón. ¡Qué cómodo es!
Empezamos con 2 sillas, para nosotros dos y cuando tuvimos más de 2 sillas, empezamos a invitar a gente. Ahora ya tenemos 6 sillas, 7 con la silla del escritorio y un puf hinchable, por lo que ya hemos hecho más de una comida/cena con amigos o familiares.
Al principio usábamos el colchón hinchable como sofá, hasta que al mes siguiente pudimos comprar nuestro querido sofá...
Aún nos queda mucho por acabar de llenarlo, pero tenemos lo más importante e indispensable para vivir. ¿Y que es?, os preguntaréis. ¡Qué va a ser! Nosotros y nuestro amor :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario