Hoy toca un post para felicitar la Navidad, como es normal y lógico.
Dedico entonces este post a todas las personas que se den por aludidas.
A todas las personas que hacen de mi vida algo maravilloso, algo por la cual vale la pena levantarse cada día, y no sólo hacen que valga la pena, sino que hacen que me levante cada día con una amplia sonrisa en la boca.
Navidad, época un poco falsa a veces, donde todos de repente nos queremos un montón, donde la gente se vuelve solidaria de golpe y donde nos hacemos regalos mutúamente, simplemente porque es Navidad.
Puede que no sea falsedad, quiero confiar en que no sea así. Puede que sea simplemente que, en nuestro día a día no nos damos cuenta de las personas que queremos, de las personas que están siempre ahí, de las personas que hacen nuestra existencia más bonita.
Y aprovechamos la Navidad para demostrar nuestro amor hacia esas personitas, supongo.
Yo siempre intento demostrarlo lo máximo posible, aunque a veces, entre tus cosas, el estrés de cada día se te pasa.
Pues bien, aprovecho que es Navidad para recordar a toda mi gente que os quiero muchísimo, que soy pesada, grito y tengo voz de pito, pero sé que me queréis también. Que este año, por fin, está siendo un buen año para mi, que soportarme es dificil lo sé, que agradezco lo mucho que me cuidáis, lo mucho que os preocupáis por mi y los miles de consejos que, por circuntancias de la vida, os toca darme últimamente, aunque luego, cómo ya sabéis haga lo que yo quiera, yendo a contracorriente. Eso no quiere decir que no os escuche, ni mucho menos...
Simplemente no tengo palabras para describir lo que siento por vosotros. Amaral tiene razón en una de sus canciones, " Sin ti no soy nada", que yo pluralizaría por " Sin vosotros no soy nada".
Os quiero a todos con locura. Estoy orgullosa de teneros en mi vida y doy gracias por haberos conocido, cada uno en algún momento de mi vida.
No doy nombres, ni letras, ni iniciales, porque a quienes va dirigido este post, os sentiréis aludidos seguro.
A esa persona que, llame cuando la llame está ahí siempre.
A esa que, me conoce tanto que no hace falta que me pregunte nada para saber cómo estoy. Esta misma persona, aún siendo más peque que yo, es la que me da consejos buenísimos y sobretodo, maduros.
A esa que aguanta mis gritos y enfados laborales.
A esa que porque sí me dice un "te quiero" al llegar a la oficina.
A esas que hacen que mi vida tenga sentido desde hace 23 y 20 años.
A esa que me escucha siempre, sea lo que sea.
A esa que me ha decepcionado como persona y aún así, sigo queriendo.
A esa que está lejos pero cerca a la vez.
A esa descuidadita mía.
A esa surfera.
A ese motero.
A ese futbolero.
A ese informático italiano.
A esa rubia administrativa.
A esa chica francesa.
A mi niño descuidado.
A mi churry.
A mi otra churry.
A mi amore.
Al callito de mi amore.
...
A todos de nuevo, mil gracias por existir y por hacer mi existencia tan agradable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario