Cuando ves que algo pasa,
cuando ves que no puedes evitar que pase,
no puedes negar lo evidente.
Cuando al verle se te quita todo lo malo,
cuando te despiertas pensando en lo que va a pasar hoy,
cuando esperas ansiosa las novedades del día,
no puedes negar lo evidente.
Y si la gente te repite una y otra vez,
lo que tú en teoría no quieres ver,
al final lo ves, porque...
no puedes negar lo evidente.
Y cuando no dejas de pensar en él,
cuando aparcas otros pensamientos
para sustituirlos por otros que tengan relación con él,
sigues sin poder negar lo evidente.
Es evidente, lo es, y no lo puedo negar,
pero que sea evidente,
no incluye necesariamente que sea real,
que sea verdad...
¿Desconfianza? Sí, y mucha.
¿Porqué? Porque la vida me ha enseñado a no confiar en todo lo que es evidente.
¿Qué hacer? Hay 2 opciones: o esperar o actuar...
Ya veré cual de ellas elijo.
Y de mientras seguiré sin poder negar lo evidente, aunque sea irreal.
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